domingo, 13 de febrero de 2022

Receta para la felicidad

UNA RECETA CRISTIANA

 PARA LA FELICIDAD

El padre Santiago Martín, Franciscano de María, hoy presentó en su homilía 
las BIENAVENTURANZAS, como una receta cristiana para la felicidad. 

Bien nos vendría seguir las indicaciones de Jesús en el evangelio como base para vivir con alegría, amando para ser feliz.

"En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacian vuestros padres con los falsos profetas.»" (Lucas 6,17. 20-26).


El padre José Cervantes Gabarrón, sacerdote misionero y profesor de Sagrada Escritura explica que prefiere "la palabra "dichosos" a la de “felices” y a la de “bienaventurados”, porque “dichoso” expresa una profunda alegría interior en la persona, que no depende de las circunstancias externas a la persona, y esa alegría no la puede quitar nada ni nadie, porque tiene su origen en Dios y su Reino. El término “dichosos” se aplica al tiempo presente y al más allá, es para esta tierra y para la vida eterna, y se puede vivir incluso en medio de los sufrimientos de esta historia... Igual que los discípulos todos quedamos llamados a hacernos cada día más solidarios con los pobres del mundo y más críticos con la situación de injusticia que genera tanta desigualdad en la familia humana.... Por amor a Dios y por amor a los pobres, si seguimos a Jesús de todo corazón y asumimos su mensaje liberador y gozoso de las bienaventuranzas, con la esperanza puesta en la resurrección de Cristo, fundamento de nuestra propia resurrección, nuestra vida queda transformada rotundamente e inundada de una alegría plena, comparte el padre Cervantes.




Fuentes para profundizar en el tema:

Homilía del padre Santiago Martín, FM:





https://infodecom.net/reflexion-dominical-la-alegria-del-reino-en-los-pobres/




lunes, 7 de febrero de 2022

Del hilo y la aguja a la pastelería..., y desenchufar

 

Me encantó conocer la historia de las hermanas del monasterio de santa Clara en Reus. 

Cayeron en la cuenta que ya no podían seguir haciendo labores de costura y bordado y se reinventaron. Empezaron a hacer ¡galletas! Y ya son famosas por ello. Probando sabores y mezclas, han creado una receta en base de avellana del lugar, que son muy apetecidas.

Recientemente publicaron un post en la página del facebook "Amigos de Santa Teresita del Niño Jesús" que contaban que las hermanas tuvieron un inconveniente con el horno de la cocina, simplemente dejó de funcionar.  La hermana encargada intentó arreglarlo pero no lo logró y ya cansada de tanto pensar se le contó a otra de las hermanas de la comunidad y ésta le sugirió: ¿has probado a desenchufarlo? A veces los aparatos necesitan descanso, le dijo. Después de pensarlo y orar, se fue a la cocina y desenchufó el horno, esperó un momento y luego volvió a enchufarlo ¡y funcionó!

Esta historia sirva de inspiración para buscar cómo  desconectarnos de la vida diaria, de la cotidianidad. Necesitamos apagarnos, desenchufarnos, para conectar luego con la vida con más energía y vitalidad. Inclusive para reinventarnos si necesitamos cambiar de oficio o de trabajo. Así lo hacía Jesús cuando se retiraba a orar, en soledad y en silencio. Se desconectaba de todo para luego volver y dar lo mejor de sí.

¿Vas a probar, puedes hacerlo? ¡Desenchúfate, reinvéntate!




SERVICIO TÉCNICO (30/01/2022)
Por alguna extraña razón, el horno de la cocina decidió dejar de funcionar. Bueno, no, calentar sí que calentaba, pero, cuando querías programarlo, ¡no te daba ninguna opción! ¡Se saltaba sin más!
En todo el tiempo que llevamos con él, nunca ha dado guerra. Me pasé el día entero intentando averiguar dónde estaba el problema. Busqué en las instrucciones, pero no decían nada al respecto… Al final no veía más alternativa que rendirme, pero esa noche estaba tan cansada, que solo pensar en gestionar la garantía se me hacía un mundo…
Al final de la cena le comenté mi disgusto a Israel, pero ella me respondió rápidamente:
-¿Has probado a desenchufarlo? Con problemas así, a veces lo único que necesitan los aparatos es un descanso.
Lo desenchufó, esperó unos instantes, volvió a conectarlo… ¡¡y el horno funcionó como si nada hubiese pasado!!
¡¡Cómo me impresionó!! Y también me ha llevado a orar mucho… Sí, porque, cuando a mí se me acumula el trabajo (como le pasaba ese día a nuestro horno), lo que me sale es trabajar más rápido, intentar llegar a todo… pero, como al horno, siento que, lo que hago así, apresuradamente, suele salir estropeado.
Lo curioso es que, a quien se le acumula continuamente el trabajo es… ¡¡a Jesús!! No hay más que ver en el evangelio que “todos querían tocarle”, “eran tantos los que iban que no les dejaban ni comer”, “todos salían a buscarle”…
Ante el reclamo de las multitudes, la gran tentación habría sido multiplicarse por llegar a todos, no detenerse a conversar con ningún enfermo, ser más eficaz, sacar tiempo de donde no lo hay…
Y, sin embargo, lo que hace Jesús es… ¡¡retirarse a orar!! Él sabe qué es lo realmente importante, lo que nos permite mantenernos “bien programados”. Y si el Hijo de Dios necesita esos ratos, ¡imagina nosotros! ¿De qué sirve hacer mucho, si lo que haces no va tocado por el amor?
Hoy el reto del amor es “desenchufar” el horno de tu corazón. Como en el caso del horno de nuestra cocina, no necesitarás muchas horas, ¡basta unos minutos! Hoy cuida tu rato con el Señor, aprovecha ese tiempo para poner todas tus preocupaciones en Sus manos, ¡y descansar en Él! Te aseguro que enfrentarás la jornada con más paz… ¡y bien programado! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
----------------------------------------------------------------
FOTO 📸: Clarisas de Reus (Cataluña)
En el monasterio de Santa Clara actualmente viven 9 religiosas y 3 de ellas se dedican a la repostería.
El año 2018 las Hnas cambiaron sus tradicionales ocupaciones de costura por la elaboración de galletas de diferentes sabores para poder subsistir y ganar algún dinero.
El motivo era que las religiosas se habían hecho mayores y ya no podían coser, y las más jóvenes no sabían zurcir, apedazar, bordar y planchar, que era el tradicional alimento de las monjas del monasterio.
Dolços Clarisses Reus





https://www.facebook.com/groups/946207672114344/permalink/4667518123316595/

miércoles, 19 de enero de 2022

Come lo justo

 "Si encuentras miel come lo justo no sea que te hartes y la vomites" 

- Proverbios 25,16


El exceso nos hace sobrepasar los límites, sean cantidades o valores, de lo que se considera razonable. Puede tratarse de comida o de conductas, actitudes que pueden convertirse en impertinencia cuando nuestros actos, acción o palabra inoportuna, afecta el respeto, dignidad u honor de otra persona. Esta situación puede dañar nuestras relaciones interpersonales.

Comer o hablar mucho, sentir intensamente, no escuchar nada, reaccionar sin medida ni control. Cometemos  excesos que nos afectan a nosotros mismos y podemos dañar nuestra salud física o la mental o la emocional, podemos lastimar nuestra alma. Cuando hacemos mucho de lo mismo, por ejemplo, comer en demasía, nos lleva a la obesidad y aún sin fin de enfermedades. Estar en depresión consciente, es decir que nos damos cuenta que algo nos pasa, y no hacer nada por buscar ayuda, nos llevará a enfermar seriamente. O cuando vamos por ahí, de curso en curso, de grupo en grupo, buscando llenar nuestros vacíos interiores o callar la Voz de Dios, leyendo, estudiando, trabajando, sociabilizando, orando, todo en demasía, sin descanso, sin sosiego.

Entonces conviene recordar que necesitamos prudencia, moderación y discreción, para disfrutar de la miel, comiendo lo justo, sin hartar ni hartarnos, lo suficiente para endulzar nuestras vidas y las vidas de las personas con las que nos relacionamos.

Aprender a comer lo justo, alimentos físicos y espirituales, sin hartarse, sólo lo necesario, para caminar fuertes y decididos, en el tiempo de Dios y obedientes a su Voluntad.

Bajar el ritmo, no dejarse llevar por la ansiedad ni el apuro ni la gula... todo a su tiempo, en la medida exacta, ni poco ni mucho, revisando a cada paso las emociones que surgen y vivirlas controladas, con la intensidad suficiente, sin hacernos daño ni dañar a nadie. 

Si estamos ante algo que nos guste mucho, si encontramos miel en nuestro camino, prestemos atención, comamos lo justo, lo que necesitamos. Disfrutemos de ese regalo que nos da Dios, y, siendo agradecidos, guardamos un poco para otra ocasión.

Dibujo de Fano


lunes, 13 de enero de 2020

Volver a lo esencial

Para volver a lo esencial


Juan Pablo II escribió, en una carta que dirigió a los Carmelitas Descalzos en 2003, que inspirados en santa Teresa y san Juan de la Cruz debíamos volver a lo esencial . Aunque el mensaje del santo se refería a la vida consagrada y al carisma fundacional, a mí me sirvió para preguntarme ¿qué hablaría santa Teresa de Ávila sobre la comida, y qué podemos aplicar de ello en nuestros hábitos alimenticios hoy en día, y qué sería lo esencial en las comidas carmelitanas?

Según las costumbres en los conventos en la cocina carmelitana se preparaban alimentos basados  en verduras, legumbres y frutas, la carne estaba ausente. En algún momento esto se suprimió de la regla carmelita pero santa Teresa la retomó al volver a lo esencial. Los carmelitas podían comer carne sólo cuando viajaban o no estaban en sus conventos. Lo que sí consumían eran pescados, en especial el bacalao, productos lácteos y huevos. Parece que la papa o patata era uno  de los alimentos preferidos en los conventos teresianos. Bueno hoy en día no se sigue estrictamente esto, pero sí se mantiene el estilo de comidas sencillas, saludables, con poca carne y muchas verduras.
¡Me encantó! Me gusta mucho la papa, así que la incluiré en mi dieta. Y me parece muy saludable reducir las carnes, sobre todo aquella que son de dificil digestión.

Otro consejo que podemos seguir de Teresa es buscar equilibrio en lo que comemos. Evitar los extremos y seguir una dieta balanceada. En realidad santa Teresa no era amiga de exageraciones "No son buenos los extremos aunque sea en la virtud",  decía ella. Por eso no instaba a sus monjas a que hicieran ayunos extenuantes o sacrificios extremos. Y así mismo tenemos que hacer nosotros, no caer en dietas extremas, que lo único que logran es enfermarnos. El reto es comer lo adecuado, lo que nuestro cuerpo necesita para mantenernos saludables.

Hay que disfrutar lo que comemos y ¡disfrutar de cocinar lo que comemos!. Cuentan que Teresa, como todas las monjas participaba de su turno en la cocina y se la escuchaba exclamar "entre pucheros y ollas también anda Dios”, y esta frase fue la que me inspiró el nombre de mi blog.  Así que si no te gusta cocinar o hacer platos ligths, este será tu reto. Pero si aprovechás para orar mientras cocinas, tal vez adquieras un gusto que no conocías.

Dicen que la comida siempre fue un momento importante en todos los conventos de la época, se solía leer la Biblia u otro texto para alimentar el cuerpo y el espíritu al mismo tiempo. Para todo carmelita invitar a comer es un gesto de amistad. Por eso lo recomendable es que no comamos solos, busquemos compartir nuestras comidas con nuestros seres queridos y hagamos de cada comida un momento especial para disfrutar.

Es esencial disfrutar lo que comemos, dar gracias a Dios por lo que llega a nuestra mesa. Ser agradecidos nos permite disfrutar lo que tenemos. Valoremos lo que Dios nos da y bendigamos aquello que nos llega.

Y así como es importante aprender a escoger aquellos alimentos que nos hacen bien y desechar aquellos que enferman nuestro cuerpo, también recordemos alimentar el alma y el espíritu con hábitos saludables, como la lectura diaria de la Palabra, teniendo momentos fuertes de oración, como alimento principal, vivir el Evangelio y acudir frecuentemente a los sacramentos, en las meriendas.

Aquí tres pasos para volver a lo esencial y alimentar el alma:

1. Busca a Dios en tu corazón. Crea un momento para tí. Busca la soledad y toma conciencia de lo que guardas en tu interior. Revisa si hay resentimientos por soltar, juicios por dejar a un lado, situaciones por aceptar en lugar de resistirse a ellas. Observa si le estás dando demasiado poder a preocuparte por el futuro. Mira lo positivo que hay en tí. 

2. Busca a Dios en el otro. Trae tu atención al presente y a disfrutar de cada momento y de lo bueno que tienen los demás. No pienses en lo que no tienes, disfruta de lo que si tienes; mira lo que te gusta de los otros y restale importancia a lo que no te gusta de los demás. Así valorarás y apreciarás lo positivo de cada persona. Escribe al final del día lo que más te gusta de las personas con las que compartiste.

3. Cultiva tu interior con lecturas que te inspiren, audios que te alimenten, personas que alegran tu corazón y realiza prácticas que te armonizan como la meditación y la oración. Asiste a cursos que aportan a tu crecimiento y expansión de tu ser.  

Recuerda que así como alimentar bien tu cuerpo te dará larga vida y buena, también al alimentar tu alma y tu espíritu permites que las gracias de Dios lleguen a ella y la plenifique.



Fuente: 
Para leer más sobre el mensaje de Juan Pablo II a los Carmelitas Descalzos en 2003:
https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/2003/april/documents/hf_jp-ii_spe_20030429_carmelitani-scalzi.html
Entre pucheros y ollas también anda Dios:
https://www.hosteleriasalamanca.es/reportajes/varios/gastronomia-carmelitana-santa-teresa-jesus.php

jueves, 26 de diciembre de 2019

¿Dónde estás Señor, dónde te encuentro?


¿Dónde estás Señor, dónde te encuentro?


San Juan de la Cruz plantea que para salir al encuentro de Dios (o mejor dicho, dejarse encontrar por Él), precisamos “sosegar la casa”, es decir ordenar la persona.
Los desórdenes interiores se manifiestan en sensación de ceguera, cansancio, suciedad o debilidad.

“En una noche oscura,
con ansia, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada”.

Estas estrofas de la subida al monte nos introducen para recorrer este camino de ascenso que san Juan de la Cruz nos invita a transitar con él, reconociendo que eso es la vida espiritual: un camino de ascenso donde Dios nos espera para la unión profunda con Él.


Tengo mucho que ordenar para sosegar mi alma...

Aquí estoy Señor, me abandono a Tu Voluntad, guíame, ordéname.

Un año después...


NAVIDAD 2019




El alma salió en busca de Dios.
Estaba la mesa puesta,
el corazón dispuesto,
tu Palabra se hizo presente,
pero no entendimos nada,
¿por qué te escondiste en ella?
¿por qué callaste?
Otra mesa,
no había mucho tiempo,
el corazón inquieto,
apuraba el paso para alejarse,
allí no había nada.
Y la tercera mesa,
Fuiste tema de decoración,
todos sintieron amor, fraternidad, alegría,
menos yo.
No te nombraron, no te invocaron,
tu Palabra en el piso,
maltratada por la indiferencia,
a nadie le importó.
Y mi alma vomitó:
celos, envidia, soberbia, orgullo, ira, enojo,
resentimiento, dolor, angustia, frustración.
Muda, ciega, sucia, cansada, débil y atormentada
quedé,
Cuando mi alma salió en busca de Dios.

martes, 4 de diciembre de 2018

Caer en tentación y el conocimiento propio

No siempre podemos librarnos de caer en la tentación.

 En lo que a mi respecta, la gula es uno de mis problemas. 

No me resisto ante una  hermosa mesa y la compañía de buenas amigas 

a la hora de una apetitosa y exquisita cena.





Anoche compartí con mis amigas de siempre. Quise enmascarar con bromas mis acciones que no puedo controlar. ¡Había tanto para elegir!. Me serví un plato con un arroz delicioso, una ensalada cesar y una porción generosa de cerdo al horno. Hasta ahí estaba todo bien. Pero, ¡la tentación no acabó! Me serví un segundo plato con ensalada rusa y una porción de carne de res en salsa picante. Y no fue todo. 🙈 Cuando trajeron la torta, lancé una exclamación de dolor y ¡me comí dos porciones de torta!
Mis amigas que saben de mi deseo de adelgazar miraban lo que yo comía, y yo,  pasaba de ironía y  sarcasmo al cinismo, les dije que estaba escogiendo comer un carbohidrato, una proteína y verduras, pero en dos platos diferentes. Y a pesar de sentirme avergonzada, comí todo lo relatado.

Reflexionando sobre mi proceder recordé a Santa Teresa de Jesús, cuando habla del conocimiento propio, en lo que se refiere a tomar conciencia de las limitaciones personales y pecados. "Habrá que pasar por ese trago amargo, de conocerse en sus ruindades y miserias; puede que incluso se llegue a derramar lágrimas (F 5,16). Sin embargo, ningún orante debe quedarse anclado en esa consideración y vivir su conocimiento propio solamente desde esa dimensión, pues: “sabe su Majestad nuestra miseria y bajo natural que nosotros mismos” (V 11,15). Lo que si hay que hacer es saber tomar ventaja de esa ruindad: “por amor de Dios, hermanas, nos aprovechemos de estas faltas para conocer nuestra miseria” (6 M 4,11). La invitación a conocer ese lado oscuro, ayuda a considerar que lo bueno que hay en cada persona es obra de Dios: “procuremos siempre mirar y remirar nuestra pobreza y miseria, y que no tenemos nada que no lo recibimos (cf. 1 Cor 4,7)” (6M 5,6)". 

Dios conoce mis miserias y mis debilidades, y aún así me ama.  No caeré en la tentación de quedarme en la culpa. Pues ya  dice la santa que hay que "poner los ojos en Cristo (Cfr. 1M 2,11), así se ennoblece el entendimiento y voluntad (1M 2,10. 11) y se evitará un conocimiento propio “ratero y cobarde” (1M 2,11). La batalla es fuerte, pues “terribles son los ardides y mañas del demonio para que las almas no se conozcan ni entiendan sus caminos” (1M 2,12). Tener un adecuado conocimiento de sí mismo evita muchas tentaciones, sobre todo en algunos momentos en que el interior es azotado por la imaginación con malos pensamientos: “y estase el alma por ventura toda junta con él (Señor) en las moradas muy cercanas y el pensamiento en el arrabal del castillo padeciendo con mil bestias fieras y ponzoñas y mereciendo con este padecer; y así, ni nos ha de turbar ni lo hemos de dejar, que es lo que pretende el demonio. Y, por la mayor parte, todas las inquietudes y trabajos vienen de este no nos entender” (4M 1,9).

Por el momento, reconozco mi debilidad en las cenas, fiestas, aniversarios, juntes, etc.,en los compromisos familiares y sociales a los que debo asistir. Tengo que planear alguna estrategia que me ayude a no caer en tentación ante las delicias que se me presentan en esas ocasiones.







Para leer más sobre el conocimiento propio:

FUENTE: https://delaruecaalapluma.wordpress.com/2015/02/14/el-conocimiento-propio-segun-teresa-de-jesus/









viernes, 30 de noviembre de 2018

Buenas noticias

Qué bendición grande es ir al médico y que le digan que todo está bien. La noticia de que mi organismo está funcionando correctamente me alegra.

Pero, pero....

Y empiezan los pucheros.....😥😪😢 ¡¿por qué engordo?! 😡😡😡

Y la doctora me lo dijo, muy clarito: ¡porque come mucho, señora, porque no combina sus alimentos correctamente y porque los que elige no son los adecuados para usted!

Qué dolor más grande cuando te dicen verdades que ne te gustan ver ni escuchar, menos tomar conciencia de ellas.

En mi diario de alimentación, que inicié en este blog, ya se estaba viendo eso: los alimentos que elijo son preferentemente carbohidratos o con alto contenido en grasas y los ¡como juntos!

Tengo mucho que aprender...

Seguiré en mi tarea... hoy me permitiré hacer pucheros y llorar unos minutos ... pero no buscaré consuelo en la comida (otro mal hábito)... seguiré con el plan de aprender a comer saludable.


lunes, 26 de noviembre de 2018

Cuando no avances

Antes de desanimarme decidí seguir algunos consejos que leí en internet.  Lo pueden leer en la página de TIPS de este mismo blog. Son tips basados en consejos que da el Dr. Michael Soler,  fundador del Método Dr. Soler Micultra Fit.

Indica que lo primero que hay que hacer es estar seguro que el programa alimenticio que elegimos es el adecuado y medicamente indicado.

Por ello he decidido ir a un doctor para hacer un chequeo médico. Luego replantearé o seguiré los planes elegidos.

También voy a ayudarme con otras ideas que el dr. Soler propone, como ser:


-  Escribe en una hoja cuáles son tus motivaciones, cuáles son las verdaderas razones por las que quieres adelgazar y mejorar tu físico.

 - Usa fotografías para recordar en qué punto estás y a qué punto quieres llegar.

- Luego, busca fotos que reflejen cómo te quieres ver. Pueden ser fotos tuyas de hace tiempo, o cualquier imagen de otra persona a la que le puedes pegar una foto de tu cabeza encima.

- Escribe en una hoja cuáles son las dos comidas sin las que no puedes vivir. Esas serán las únicas comidas con las que te permitirás salirte de la dieta de vez en cuando.

- Si se trata de comidas realmente dañinas (papas fritas, o donas, por ejemplo) trata de conseguir una versión un poco más saludable.




Y así me quiero ver... por lo menos con 10 kg menos.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

LA TEMPLANZA

Cuando lo que se busca es moderar los apetitos, sean cual sean éstos, debemos pedir la virtud de la templanza. Con esta gracia de Dios podemos cambiar actitudes y controlar otras. Y mientras la gracia llega, cultivemos hábitos que nos ayuden a vivir con moderación y orden.

Aquí les comparto un lindo artículo para meditarlo.

Templanza, para ser dueño de tus actos

Esta virtud les ayudará toda su vida para dominar sus impulsos y pasiones a través de su voluntad
Por: Catholic.net |

¿QUE ES LA TEMPLANZA?

La templanza es la virtud que modera y ordena la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos.

La templanza implica diferentes virtudes como son: la castidad, la sobriedad, la humildad y la mansedumbre.

¿CUÁL ES NUESTRA META?

Nuestra meta es ayudar a nuestros hijos a conseguir una virtud que les será muy útil a lo largo de su vida, ya que vivir la templanza les ayudara a dominar sus impulsos, pasiones, y apetitos a través de su voluntad.

También debemos lograr que se conozcan mejor a si mismos y de esta manera aprendan a utilizar adecuadamente cada aspecto, sentimiento y deseo de su cuerpo.

Que se autodeterminen libremente hacia su fin ultimo, que es Dios.

¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la templanza?

1. Porque las personas templadas son mas libres, y por lo tanto más felices.

2. Porque la falta de templanza genera vicios entre los cuales se distinguen los pecados capitales.

3. Porque se llega a ser feliz y se alcanzan metas insospechadas, cuando uno mismo es dueño de sus actos.

4. Porque la templanza se apoya en la humildad, la sobriedad, mansedumbre y la castidad, virtudes necesarias para imitar a Jesús.

5. Porque somos seres racionales que debemos ordenar nuestras pasiones hacia nuestro fin para ser realmente felices.

6. Porque toda actitud iracunda y descompuesta es claro indicio de que, en lugar de dominar la situación, somos su víctima.

Vivir la templanza significa:

1. Esforzarse diariamente por ser mejor.

2. No ceder ante los gustos, deseos o caprichos que pueden dañar mi amistad con Dios.

3. Estar alegre al saber que puedo dominarme y ser mejor.

4. Ser dueño de sí mismo, del propio actuar.

5. Congruente con lo que pienso, digo y hago.

6. No justificarse ni dar falsos pretextos.

7. Conocer las propias debilidades y evitar caer en circunstancias que pongan en peligro mi voluntad.

8. Es vencerse al deseo del placer y la comodidad por amor y con inteligencia.

9. La persona moderada orienta y ordena hacia el bien sus apetitos sensibles, no se deja arrastrar por sus pasiones

¿Qué facilita la vivencia de esta virtud?

1. La humildad que le ayuda a reconocer sus propias insuficiencias y cualidades y aprovecharlas sin llamar la atención.

2. La sobriedad que le ayuda a distinguir entre lo que es razonable y lo que es inmoderado y le ayuda a utilizar adecuadamente sus sentidos, sus esfuerzos, su dinero, etc. de acuerdo a criterios rectos y verdaderos.

3. La castidad que le ayuda a reconocer el valor de su intimidad y a respetarse a si mismo y a los demás.

4. La mansedumbre que le ayuda a vencer la ira y a soportar molestias con serenidad.

5. El conocimiento de las propias debilidades.

6. La formación de una conciencia recta y delicada.

7. El avance de la capacidad moral que ayuda a distinguir entre lo realmente necesario y los caprichos.

8. El diálogo en familia que le ayude a comprender mejor la forma en que se debe actuar ante las diferentes situaciones.

9. El conocimiento de los propios dones y capacidades.

10. El hacer sacrificios y mortificaciones por Dios y los demás.

11. Carácter reflexivo que le invita a pensar antes de dejarse llevar pos sus emociones deseos o pasiones.

¿Qué dificulta la vivencia de esta virtud?

1. La sociedad materialista y utilitaria que nos lleva a conseguir todo lo que deseamos.

2. El egoísmo.

3. El permisivismo que nos deja actuar pasando sobre los derechos de los demás.

4. El deseo de comodidad que nos lleva a buscar una vida fácil y sin compromiso.

5. Falta de conocimiento de las propias debilidades.

6. No encontrar a Dios como Fin ultimo de nuestra vida.

7. No contar con la virtud de la Fortaleza. Fuerza de voluntad.

8. Egoísmo que lleva a querer tener y hacer de todo, sin pensar que eso no es lo mejor para la propia naturaleza.

9. El desorden que me impide distinguir entre lo realmente necesario y lo superficial y evita que ordenemos rectamente las pasiones a la voluntad.

10. Clima de nerviosismo que lleva a desahogar la tensión a través del exceso en ciertos aspectos.

11. Conciencia laxa, permisiva, o mal formada

Cómo promover la virtud de la templanza en casa.

1. Ayudarlos a reconocer sus sentimientos y a reflexionar en las razones por las cuales se siente así.

2. No sobre protegerlos, no darles todo lo que piden, ni consentirlos en exceso. Consentirlos de más.

3. Que ofrezcan pequeñas mortificaciones o sacrificios por el bien de alguno de la familia, por un amigo, por Dios.

4. Establecer horarios para comer, dormir, etc. y respetarlos, si no se cumplen imponer un castigo que implique sacrificio o renuncia.

5. Ayudarles a dar las gracias por todo lo que tienen y a aprovechar sus cualidades para ser mejores cada día.

6. No permitir justificaciones o pretextos al incumplir con sus responsabilidades.

7. Evitar el exceso de comodidades en la casa.

8. Enseñarles a expresarse correctamente de los demás y a moderar su vocabulario. No permitir malas palabras o frases insultivas o burlonas hacia los demás.

9. Enseñarles a vestirse adecuadamente, respetándose a si mismos y a los demás. Enseñarles el significado de la verdadera elegancia.

10. Enseñarles desde pequeños a moderarse en la comida y en la bebida, no permitirles excesos.



lunes, 19 de noviembre de 2018

LA GULA

Leí un artículo que habla de la educación sensorial y se refiere a aprender a comer de una manera natural, saboreando y disfrutando pero también aprendiendo a decir basta para no caer en la gula, que es un deseo desordenado de comer o beber algo  sin tener hambre o sed.
La gula es uno de los siete pecados capitales. Para vencerla requerimos capacitarnos con el arte de la moderación y la virtud de la templanza.

Aquí les comparto algunos tips que encontré en internet sobre la gula o glotonería.

¿Qué es la gula?

De acuerdo con el Diccionario de Teología Católica, la gula es el placer de comer sin tener la necesidad fisiológica de hacerlo y es porque es claramente diferente al hambre.

Santo Tomás de Aquino escribió: “Hay dos especies de apetito: uno es el apetito natural, donde no hay ni virtud ni vicio; pero hay otro apetito, el apetito sensible, y es en los deseos de este apetito que nace el vicio de la gula.”

Así que la gula, al igual que otros pecados capitales, están orientados a buscar la diversión y el placer físico que no nace de una necesidad fisiológica y natural. Esta es precisamente la razón por la que el pecado capital de la gula, fue condenada por los moralistas y teólogos en el siglo IV.

Por último, muchos expertos aseguran que la gula tiene probablemente que ver con el deseo de sentirse satisfecho siempre, como el bebé durante la vida intrauterina que se alimenta permanentemente a través del cordón umbilical y nunca siente hambre, o la de la vida eterna, la cual, la Palabras dice que nunca sentiremos hambre porque estaremos saciados.

¿Por qué la gula es un pecado capital?
La lista de pecados capitales se estableció por primera vez en conventos y monasterios, porque era precisamente aquí donde se podía observar cómo los monjes y monjas eran particularmente propensos a caer en el pecado de la gula y a sus tentaciones.

Desde su voto de castidad, pobreza y obediencia, sacrificaron los placeres de la sexualidad, la riqueza y el poder por la compensación de sucumbir al placer de la alegría y la buena comida.

De hecho, en la vida monástica de los primeros siglos, la gula era más importante que la lujuria y resultó aún más difícil de superar, dado que está relacionada con la satisfacción de una necesidad natural; la necesidad de alimentarse era aún más esencial que la necesidad sexual.

La gula fantaseaba en ermitaños y monjes de los primeros siglos de la era cristiana, más que la sexualidad. De hecho, la gula es considerada un pecado “capital”, ya que conduce a otros pecados como la codicia, el egoísmo, la envidia, etc.

¿Por qué la gula es mala?
Ojo con esto: Aquellos alimentos que generan un exceso de grasa corporal, generalmente llevan la carga de la glotonería. Sin embargo, los comedores “saludables” también pueden llegar a ser viciosos, llegando a comer alimentos saludables pero en exceso.

Adicionalmente, el organismo está diseñado para convertir las grasas de los alimentos que consumimos en energía, pero aquellos excesos simplemente terminan generando obesidad, lo que puede implicar una vida sedentaria, que indudablemente afecta de manera negativa la salud.

La acción de glotonería puede derivar de las siguientes prácticas, que resultan nocivas para la disciplina en el hábito de comer y para el organismo.


  • Ingerir cantidades excesivas de comida que pueden provocar desde indigestión a otros males mayores.
  • Comer a deshoras, a toda hora o constantemente, lo que marca un patrón irregular en la alimentación que puede acarrear problemas de salud.
  • Anticipar la comida con un anhelo preocupado, lo que provoca la ansiedad que puede desencadenar otros problemas.
  • El consumo de alimentos costosos en abundancia, por el hecho de ser un lujo, lo que puede implicar otros pecados, como la codicia.

¿Cómo combatir la gula?
Afortunadamente, la práctica de llevar una vida sana, ayuda indirectamente a muchas personas a combatir el mal hábito de la gula.

Un cambio significativo para combatir la gula comienza por la necesidad de cultivar una variedad de apetitos para cosas grandes y buenas, cosas como la buena literatura, la comunión de la gente, la lectura de la Biblia, la naturaleza, el trabajo, etc. Es decir, descubrir nuevas cosas que puedan despertar otra clase de apetito por satisfacer.

Otras prácticas que se pueden llevar a cabo para combatir la gula son:

  • Cumplir la voluntad de Dios, agradecer la fuente de los alimentos y bendecirla.
  • Intentar poco a poco disminuir la cantidad de comida a la que se está acostumbrado, de manera de ir ayudar al organismo a percibir menos alimentos, sólo lo necesario.
  • Renunciar o no buscar de manera intencional la adquisición de alimentos lujosos o de alto costo, en cambio, aceptar y disfrutar lo que se tiene disponible para ingerir.
La gula según la biblia
La Biblia no resta importancia a la tolerancia de la gula. De hecho, se presenta como la primera de las tentaciones que fueron expuestas no sólo a Adán y Eva, sino también a Jesucristo.

Se puede leer de muchas maneras la historia de la desobediencia de Adán y Eva, pero si leemos con atención, se puede considerar que lo que motiva a la desobediencia, es la gula. De hecho, la Biblia dice en (Gn 3,6) que el fruto que despierta la lujuria de Adán y Eva parece “bueno para comer y agradable a la vista.”

Es donde se mezclan la codicia y la gula, para fomentar la lujuria.

La Biblia también advierte de la gula en la primera tentación hecha por Satanás a Jesús en el desierto (Mateo 4,1-11), que más allá de ofrecerle energía y fuerza, le ofrecía el pan para saciar el hambre, con la intención de que terminara el ayuno de cuarenta días que Jesús se había propuesto.

La glotonería hundió a toda la raza humana en un estado de pecado y miseria con la primera transgresión (Génesis 3: 6).

La glotonería o exceso de comida, ayudó a ganar una maldición de destrucción total sobre Sodoma, el ejemplo estándar de la ira y el juicio de Dios (Ezequiel 16:49).

FUENTE: https://www.pecadoscapitales7.com/gula/

jueves, 15 de noviembre de 2018

Pucheros

Me gusta esta palabra por sus varios significados.

Algunos años atrás cocinar y lavar ollas era para mí el peor de los castigos. Cuando tenía que hacerlo me disgustaba y todos en la casa se enteraban. ¡Ya imaginarán el lío que hacía!

En aquel tiempo me hablaron de la famosa frase de Santa Teresa "también entre pucheros anda el Señor". Desde entonces empecé a disfrutar de los oficios de la cocina y de los otros quehaceres de la casa. Ni crean que fue todo mérito mío y que fue un cambio inmediato. Tuve que pedir mucha ayuda para aprender a disfrutar de esas labores, y fue la Virgen María la modelo de mujer, ama de casa y madre, la que me inspiró.

Empecé a imaginarme a Jesús de "chef" haciendo guisados, usando los recipientes de mi cocina, preparando la comida diaria. Todo fue alegría y gozo., fue un modo de hacerlo presente. Escuchando música, prédicas y hasta disfrutando del silencio, casi sin darme cuenta, empecé a gustar de aquellas tareas que tanto había aborrecido.

Es así que mis pucheros, aquellos que mostraban mis disgustos y mis llantos se cambiaron por sonrisas porque ahora gozo de la presencia del Amado en todo lo que hago.


Estos son los significados de puchero:
1. nombre dado a diferentes tipos de guisado
2. alimento regular consumido a diario
3. movimiento que anticipa el llanto
4. recipiente de barro u otro material para guisar






miércoles, 14 de noviembre de 2018

Cuido mi cuerpo

De Dios venimos y a Dios vamos.
Dios nos habita.
Somos seres creados por Dios, a su imagen y semejanza.
Dios nos pensó y nos creó.

" ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos." (1 Corintios 6,19-20)

Estas son razones suficientes para cuidar y amar el cuerpo que Dios me dio.

Cuidaré su Casa, su Templo, en todas sus dimensiones: cuerpo, alma y espíritu.

 "Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser - espíritu, alma y cuerpo - hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo"  
(1 Tesalonicenses 5,23).